miércoles, 2 de julio de 2008

U CAMPEON

Asi fue: a falta de sonido en la pc, seguí el campeonato en silencio, como viendo una pelicula de charles chaplin, como viendo una foto. Tuve que rellenarme la cabeza con sonidos internos, sincronizarlo todo con el encanto de las imágenes de una final en la que juegas desde donde estés. Casi todo lo que escuché fue positivo. Interpreté gestos, imaginé estallidos en mi mente, puse mucha más atención a los protagonistas, dejé que sus expresiones me relaten la vivencia. El Maracaná, mi equipo, la copa, parecía más recordar un sueño. Ahi estaba, lejos, instalado, como muchos otros hinchas, a la espera del bus del recorrido que lleva al podio.

Desde el comienzo del partido nos supe campeones, sentia casi propia la confianza de Joffre Guerrón y los demás guerreros. Quise mirar la final para siempre, seguir disfrutando incluso los goles del rival, quise ver como respondería mi equipo. Me enorgullecía cada decisión correcta con el balón, cada pierna fuerte, cada pared hermosa, podria haber mirado miles más minutos. Los primeros desbordes, y el golazo, qué con algo de suerte contó, reafirmando que la suerte también andaba de blanco esta noche. Pero como en toda gran historia, el drama tambien nos queria llevar de un lado a otro, para que sea mas delirante ese final.

Yo todo el dia jugué mi final, intentado hacer mi parte, siendo un hincha digno de ser campeon de america, al menos este dia, andar optimista y merecerme el titulo y el día que desafiará por siempre a todos los buenos dias.

Cuando el vendabal zurdo llamado thiago nos golpeó tres veces me puse un poco nervioso, pero mirarlo todo en silencio me ayudo a contenerme y darme cuenta que seguiamos siendo mas en lo futbolistico y que de alguna forma terminariamos en la foto. Disfruté ver como la Liga manejo el peligro, con esa calma que lo ha llevado a triunfar de a poco y con elegancia. Lo del capitán Urrutia y el cacique paraguayo Vera como siempre ... inagotable, oportuno, tan asi que los goles brasileros llegaron solo a través de genialidades de Thiago.  Esos goles fueron de imparables individualidades, mientras que lo de liga fue un bordar alegre de pases y piques precisos.  Cualquiera que aprecia el buen fútbol lo ha reconocido de mil formas. Todos se alegran cuando gana el mejor. Como cuando España se consagró el domingo pasado. El fútbol se reconcilia con la estetica dos veces esta semana, Europa y Sudamerica reconocen que jugar bien sigue siendo la mejor estrategia.

El ingreso de Franklin Salas conmovió a la hinchada una vez mas.  Inspiró con su atrevimiento, alegria, sus gambetas agarrinchadas.  Uno de los primeros ecuatorianos en jugar asi, el Maracaná se merecia conocerlo. Desde que deslumbraba en las formativas en Pomasqui, parecia que romario se reencarnaba en el de los Bancos. Nos regalo un tiro de esquina con su tradicional tres-dedos que seguro saboreó medio continente. No alcanzó para evitar la tanda fatidica, la lotería, la ruleta rusa, el paredón a los goleros.  Me sentí mas en casa cuando Cevallos se abrazó con Viteri antes de los penales.  Ese momento quise abrazar a todos mis afectos. Dispuesto a disfrutar la tanda fatidica, todo estaba bien con todo de pronto, anticipe la llegada de su consagración  se que jamas podre probarlo, pero así lo senti, como muchas veces en la copa o en la calle, cuando uno sabe que las cosas se van a dar y dudar es solo parte del coqueteo con el destino: ese instante, pretender guardarlo con palabras, es el mejor homenaje.

Al tapar los 3 penales más importantes de su vida Cevallos se erigió como un ídolo nacional e historico. El tiempo y el espacio al fin pagó el sacrificio, la entereza. Ese sentimiento unico, de ganar, finalmente ganar algo y todo, fue una mezcla de paz, frenesí, satisfacción, claridad.  Las cosas tuvieron mas sentido, el mejor festejo fue apreciar bien todo lo vivido. Al fin campeones, no solo tenemos buen juego, ahora si.. Ecuador tiene un Campeón.

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