domingo, 30 de enero de 2011

La 20

Ese número que cambia épocas es casi doblemente tan mágico como un buen diez. La segunda infancia. La primera adultez. En la camiseta una cifra, en la cédula una promesa. Podrías estar en clases pero estas defendiendo a tu patria, podrías hacerle al vicio pero te envenenas a patadas.
Ecuador salió grandote, veloz, hábil, jugando por abajo, las esquinas, de cabeza, de sombrerito, de primera. La estadística simplemente dirá que fuimos segundos, apenas perdimos con brasil mereciendo mas de lo recibido, sometimos a Paraguay y Bolivia, nada mas. Hicimos varios goles y jugadas de play, Ecuador se divierte, como cuando tras galope define con paso. En la banca alguien de confianza, uno de la casa, uno como uno. Los hijos de los once mas orgullosos padres mañana irán tras el Mundial, sabiendo que el nivel ya está.

viernes, 14 de enero de 2011

la altura

En la vocalia del partido entre rivales de la sierra y la costa debi advertir que no todo cuento es verdad, que ese era mi informe:

hay un cuento sobre la altura de quito, increíble, que es verdad. Habla en pocas palabras sobre el miedo que impone nuestra montaña, al verla desde la cancha del Atahualpa, acaparando el cielo, el espacio. Habla el mito de los mareos y los sufrimientos de falta de aire, de la locura que es aterrizar en medio de casas y ver pasar un avión por encima de tu cabeza, de trepar horas de malezas entre varios climas. Eso les pasa por la cabeza a los que nos traen su fútbol de otras alturas, o de ninguna. Como voz que habla de lo que no ha vivido parece recordar ese cuento, que es un mito una verdad, científica, una fortuna. Esto en la cancha ha favorecido solo al mejor.



http://www.scribd.com/full/46517335?access_key=key-ngyt5b4khjn9o47jb5k

domingo, 2 de enero de 2011

11 Para la Sed o el Sabor

Buenas,



Por las razones de calendario ya conocidas por la mayoria, con todo el frio de la guanguiltagua, y el calor de la música de la computadora, les envío esta reflexión de vida con foto de nuestra infancia de barrio, hecha comentario de fútbol actual, esperando este sea un año en que ya no les importe que año sea muchas veces


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Si bien es tiempo de leer voy a escribir. De fútbol, de helados, de todo. Me impulsa una sensación que arrebata pedazos de mente, tiempo. Esa que los días pasan mas rápido que las ideas, que eso que la vida pasa en un segundo ha pasado ultimamente. Ayer fue mil novecientos noventa. Yo tapaba penales en el parque de la tilli, como le deciamos por los helados que vendia esa señora ahi, que por Teresa, era doña tilli. Sus helados tenía dos colores, uno para la sed y otro para el sabor. Alguien era brasil el dulce, otro Italia el hidratante. Pateabamos penales después de los que veiamos en la televisión, hasta festejabamos como ellos. En el fútbol hay para la sed orina si es necesario, armas un equipo con maleantes, con mercachifles, carecrimenes, los comepiernas, los boquillas. Para el sabor tienes a los dúctiles y los iluminados, los artesanos, musicos, los joyeros. Las compras mas sonadas de fin de año saben a eso, ronaldinho volvería a bañar de sabor las playas de Rio con el Flamengo. Beckham llevaria un par de joyas de Rodeo Drive al totenham a cambio de huir de los gringos, como Swaggezneger. Vera vuelve por un helado de salcedo a liga, cae como una joya que se va a exhibir cerca del centro comercial con mas venta en la ciudad. Mientras, el Madrid milagrosamente vio el verdadero significado de la navidad ( comprar un técnico con estrella ) y se abstuvo de su problema de consumo compulsivo. El Barcá compró de a dos sabores también, Ibrahim Afellay lleva el sabor marroquí y la mecánica holandesa. Al Málaga, equipo humilde, un Jeque árabe lo llenó de obsequios, cual niño Jesús. El ídolo ecuatoriano lucha contra el tiempo, compró helados en paquete. De México llevan 7 sabores ecuatorianos, los Walter y Chucho, las promesas, Jaime Ayoví, y Joao Rojas, campeón panamericano, y goleador del campeonato. Con tanto presente este año se puede convertir rápido en pasado, esperando los empalagosos propósitos, los rituales comerciales de revista, los forzados buenos ánimos, las grandes citas de pensadores muertos, o los maleficios, se concreten.