miércoles, 22 de diciembre de 2010

El silencio que esconde

Cuando parece que queda muy poco para algo importante, y la verdad la vida simplemente continua, los numeros que escribimos en las paredes, los libros, las canciones, los calendarios, son relativos. Son tanto así que en el juego de números de camisetas en la meza de césped son polémicas. Especialmente los que consideramos más importantes, como a esos otros partidos o almuerzos, aunque son solo eso, otros. No son los mismos pero podrian serlo, la gran diferencia esta en la cabeza del que los vive. De eso se trata la sicología, y por eso entra en el juego, incluido el de vivir. Los numeros marcan tiempo, seguro eso también es juzgado desde el punto de vista, como esos países que en algún reloj viven en el futuro. Aquí no, seguimos en el pasado, en las quejas de siempre, con la izquierda, la derecha, los ricos, los pobres, el presidente, el que le odia. Las carreteras piden mas autos, los autos mas dinosaurios, los hinchas mas de lo mismo. El verdadero hincha ama a su equipo por lo que le da, es como un novio nuevo, siempre, por eso los que les gusta sufrir seguirán sufriendo, por eso los niños siempre serán del campeón, los abuelos del campeón de su niñez, los adultos de lo que dicta su conveniencia. Otro numero cambia, sigo siendo del mismo, con sus mierdas, sus estrellas.