miércoles, 23 de mayo de 2012

Quito de Liga

De chiste en chiste ya son las once cuando hace un minuto eran las siete aeme. El reloj titubeaba queriendo y no, ser alarma. El reloj es mas deportista que la muñeca, quiere cronometrar mas que despertar. Quiere competir con el tiempo.

En el fútbol pasa lo de siempre menos hoy, todos somos del ganador hasta que no lo es. Hoy algo cambio y  es un día especial para el fútbol ecuatoriano. la Liga que le da el primer nombre al mejor no es ni la histórica, ni ninguna de las casi 400 barriales o parroquiales, que con casi 400 héctares de polvorientos rectángulos nos recuerdan que nuestra ciudad, país, es mas que de otros lindos deportes, futbolero.

Quito es de liga como la liga es de Quito, el chiste del marido y del taxista tenista ya se gastó hasta el último pedazo de menisco, pero caí finalmente en la tentación, de un título zagas o locuaz, burlándome de los dos, porque hoy lo único que vale es recordad que el puntero absoluto no es ni de aquí ( UIO ) ni de allá ( GYE ), es de todo el Ecuador, especialmente de esos almacenes o empresas bien creadas, abarrotadas de víveres, es del cisne de Pablo, del repe, de la cecina.

La churona estará mas alboratada que nunca, su nombre lleva la casa del puntero absoluto. Esa belleza centinela como las frases de Palacio me recuerdan también el rio que la cruza limpio, y que ahí toda sopa te la sirven con limón.

La ciudad de músicos, que al fin escucharon un compás mágico con Salas, una pierna fuerte como bajo de Larrea, y el atrevimiento juvenil de Uchuari. La canción al orden de Velez, el director de orquesta más profesional del momento, rima a juego bonito.  Hoy los que apreciamos el buen fútbol no podemos dejar de ser un poco de Loja. Hoy si que la noticia es novedosa. El buen fútbol y no la billetera, es puntero.

Es la liga de Loja la que baila en miércoles, con la mas bella, primera en la tabla, con un sabor a gloria talvez efímero pero que hasta la próxima jornada suyo propio y único.

No importa si dura un dia o una hora, mientras el reloj no titubee tanto no cumple su labor mas tediosa, mientras cronometra un sueño de esos del cual uno dudaría despertar ...