jueves, 6 de agosto de 2015

El pequeño Buddha

Se la debía hace rato, pensando en títulos como ¨lo mejor que le ha pasado al fútbol ecuatoriano,¨ El Loco de la gente¨, o ¨el reality del fútbol.¨ Pero como las cosas son extrañas ahora escribo por una queja. Escribo contagiado quizás por el ambiente en el país futbolero, comercial, político, donde ahora la sal es la queja. Escribo pensando en la sal que le pone el loco en este momento de quejas desde su programa de radio cantando, ríendo, donde el fútbol es solamente una excusa para escucharnos, conocernos, como lo es en la vida real. 

Un día cualquiera uno cambia el dial y se topa con un verdadero emprendedor social, un visionario de la comunicación, que llevó descaradamente lo cotidiano al aire de las radios deportivas de esta ciudad, que necesitaban airearse. Es un reality de su vida, todos estamos pendientes de la carrera de su hijo Emiliano en el fútbol juvenil de Afna, o de los juicios con la dinastía Machado. Pero la plebe goza, como él la llama bien, ¨La chusma¨, ¨el proletariado¨, etc, y ya se hartó del mismo análisis del partido y las mismas preguntas y respuestas de los jugadores y periodistas que siguen e imitan los discursos de las cadenas internacionales.  

Provocar es educar, y este loco como muchos otros nos enseñan a reír, provocando, hablando huevadas, pero también demostrando que sabe de fútbol lo que se aprende en la calle o en la cancha, lo esencial. Por eso su lado nacionalofilo cala en el populacho y sus argumentos gustan frente a los sabios que nunca han pisado un cesped, porque defiende nuestra identidad y cuestiona al añiñado de ¨Taufic¨ que no come hornado, no como uno que es bien criollo, como la masa, como la plebe. Y la plebe goza, se ríe como se ríe Taufic, porque ya hasta los aniñados hablan del Loco. Y es que este reality es el de nuestras vidas, de nuestro amigo loco que quiso ser futbolista profesional pero no pudo, que dice cosas deschavetadas, estrafalarias, plazuelas, que celebramos porque cambia una realidad aburrida y repetitiva,que habla de lo que en verdad nos mueve, las mujeres, la noche, el éxito, el trago, la educación de nuestros hijos, la maldita fama. Este loco que ha hecho que lo demanden y de eso un chiste, es un poco genio. 

Hasta que un día le sale su locura oscura ,entre risas y risas repasa las imágenes de anoche de un River campeón y se acuerda del pasado, ese de gloria del bi-tri, de un equipo de Blanco que si fue campeón de América, que le hierve la sangre, siente envidia insana, demente, pero se refugia en ese pasado, en las risas, que siempre fue mejor. En ese entonces en River jugaba Salas o Francescolli si, pero no se acuerda que aquí también se quedaban los mejores, que no salían tanto como ahora. Emigran todos los artistas al escenario principal, al mejor pagado, al más difundido, pero eso no quita que emerjan nuevos talentos, con el mismo nivel, sin la trayectoria aun, sin el nombre, sin la marca, para acá ya nos lavaron el cerebro y solo queremos marcas. Marcas millonarias que en la final de clubes con todo eso a cuestas no siempre ganan y se les da pelea. Es muy fácil pensar que el fútbol ecuatoriano o latinoamericano era mejor antes de la fuga de talentos a Europa, muy autoreferente de la gente que vivió esa época, injusto con los que ven hoy las cosas desde su presente joven y su futuro intacto. Si se van de acá los mejores a Europa es porque de aquí salen los mejores, esos que tenemos que seguir valorando en los estadios pequeños, sin la última tecnología, pero igual bellos. 

El loco solo se acuerda que antes era más dificil y no se acuerda que Liga la ganó hace ya un rato a la Libertadores. Desmerece a Liga, nos hace reír, dice que Cristiano Ronaldo jugó displicente pero no se acuerda de las puteadas con William Araujo, cuando se encararon el jugador más guapo y el más feo del planeta, el que manejaba un San Remo y el que regala Bentleys. Pero eso es el fútbol, borra diferencias, Latinoamérica siempre fue el retador y Europa el campeón reinante en los ojos de ellos, quizás el leido y viajado de Esteban Avila le puede contar de la teoría de la Hegemonía de Gramsci, aunque este Loco seguro se la sabe, algun marxista se la contó en la Habana o Miami. Esa visión del mundo te la meten por el fútbol a las masas, por eso dicen ¨un estadio a nivel europeo¨, sin olvidarse que si quieren tecnología de punta está Asia, y si quieren diseño está América. Pero allá está el billete, y todos somos un poco herederos de la doctrina de Vito Muñoz que desde hace décadas habla del dinero millonario en el fútbol, pero ya vieron lo que ha hecho a los niños ecuatorianos ese Don dinero, el verdadero jefe de Blatter, el que titiritea a ¨las mafiaaas¨, como vociferaría el loco para ponerle sal a nuestra mañana aburrida, dándole el primer lugar en rating a su radio. 


Espero no les pase como dice Bielsa pasa con el éxito, cuando las vanidades individuales sobrepasan el objetivo común, en su caso aportar al fútbol ecuatoriano o al menos no lucrar de querer destruirlo. No nos olvidemos lo que le pasó a Perú luego de su generación de oro.  No les llamé en su mejor momento sino hoy que me cabreó el menosprecio por el partido más importante para nuestro fútbol de clubes en la historia, el Liga vs Manchester, y la lámida a todo lo que es Europeo, como ese pinoccho Van der Sar que conoció a un Piojo Salvaje no Manso, que le pagaban menos, muchos menos que a todos esos bulldogs ingleses, pero que los mordió y casi se les mete en la casa. Pero igual llamaba por felicitarlos, porque soy de este pueblito humilde y roñoso, pero honesto que les cambio por los sabios del fútbol de las otras radios. 

En fin, tantas cosas que hablar, pero han sabido colgar sin avisar también cuando se pican, pero me quedo tranquilo, me río un poco, porque bien sabe el loco que el que si pica pierde. Mejor ni le hago acuerdo como ganó tanto el nacho con ¨ayudas extras¨ en ese pasado que tanto añoran, mejor no le menciono las ventajas que tenían en los ochenta, mejor le digo que siga adelante y que si lo meten preso Quito lo saca, o le manda cualquier chaulafancito en tarrina.