miércoles, 12 de febrero de 2014

Mi bicicleta dice


La soñé. miles de historias dan vuelta una cabeza. en el parque la erosión confirma la huella humana. hay saltos donde pasamos por un lado desapercibidos, momentos que evitamos. la secuencia de hechos completa las horas para luego ser días. Una cadena gira con el piñón de una bicicleta. El comportamiento es resultado de la cabeza. intento pensar menos respirando cansado, con el trino de un pájaro, en el sendero enlodado, con el murmullo de la ciudad escondida atrás de los eucaliptos. Quiero ir tan lejos que me vuelva ajeno. Extrañar tus mierdas, no olerlas como perro. Sigo el camino para arriba para abajo. Me amortigua el lamento de un aire fresco mañanero, un rocío húmedo trasnochado. La ciudad es hermosa en el bosque. la naturaleza se impone al cemento. el himno debería ser el ruido de esmeriles, motores, bocinas. sigo mirando al macizo con respeto como niño. sueño ahora desde tres mil metros de altura en dos ruedas.