lunes, 12 de octubre de 2009

Alegria distante

Volver de la playa con intenciones idealistas a cuestas solo abrevia el periodo de gracia que es esa oportunidad, la del feriado, chance desestructurada para que las cosas al regreso nunca mas sean lo mismo.

Salir a disputar una clasificación tiene algo de esto, es un dia de algo que no se llama rutina y se puede apodar gloria, o lo contrario. Salio el sol, habia gente, habia musica, pero el objetivo final, sigue distante. Pobre corazon entristezido, la emocion que empieza con un silbato quedo suspendida hasta quien sabe cuando con otros dos mas fulminantes, y al decirte adios, yo casi me despido. Uno fue el que señalaba el punto fatidico, el penal que convirtio todas nuestras acciones del dia en cuestionables. El otro fue el que puso en lista de espera el sueño, nos despertó a la mañana de calculos y especulaciones.

Veamos, por mas que el mièrcoles tengamos otra oportunidad ( quizas mas complicada), esta que no se aprovechó por completo dolerá como esa vacación donde uno apesar de huirle a la rutina se sintió atrapado en los confines de las posibilidades de su vida. Uno puede mas? Creo, pero no pudo. El tecnico ecuatoriano se lamenta la estrategia del rival como las noticias se lamentan muertes distantes que topan con su vida en un tele prompt solamente. Es asi, creo que lo que hace el rival esta lejano, siempre hará algo y ahi no está nuestra explicación, sino en lo que hagamos nosotros. No nos salvamos de los contragolpes como en otros partidos, y eso costó. Vizuete, mareado con el mundo de las conferencias de prensa incomodas, ha cambiado su discurso de agente a objeto de cambio, absurdamente menciona la nacionalidad del arbitro como escudo, y la gente ya no cree en sus simbolos patrios, la duda de su capacidad de estratega de ajedrez en el tablero podable se incrementa. Yo aún le creo, ojalá los jugadores tambien. Si los uruguayos tuvieron cinco defendiendo y uno atacando, si ellos tuvieron incluso suerte, si ellos la crearon, nosotros no, pero por eso no perdimos, por eso no esperamos finales épicos, los necesitamos, otra vez, como antes, se acuerdan?

Ecuador no sufre de falta de gol como dicen los periodistas enclaustrados en sus autoreferencias, Ecuador nunca fue goleador, y nuestra selección no se ha hecho grande goleando recuerden, sino manteniendo el cero en valla propia. Lo preocupante es que en Chile no solo jugaremos contra el alivio del que hizo las tareas a tiempo, sino contra una maquina ofensiva de alta velocidad, contra distantes pensamiento de alegria, tendremos que frenar la avalancha de optimismo que ha bañado esas costas que ahora disfrutan su turno de sol y autoestima alta.

No queda otra que salir a buscar el camino a esa playa añorada, olvidarse de lo que no se hizo cuando todo lo pedía se haga. En un contexto mas cómodo para nuestros anhelos de olvido, en una vacacion de nuestros miedos, el protagonismo ahogante de las alturas del atahualpa quedará arriba y lejos en este cielo que no fue de sàbado, jugaremos a nivel de aguas pacificas una guerra de un solo lado, mientras unas tropas celebran, las otras esperaràn ir tras la epopeya onírica, alejarse de la realidad eliminante.

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