Bueno yo les agradezco por venir a nuestro pueblo y espero hayan disfrutado porque aunque se que es un lugar humilde es muy lindo. La reina tenia razon, dijo algo asi talvez o nada que ver, pero ya despues de horas de manejo, sol, futbol, eso escuché.
Habia banda de pueblo y se fue la luz, quedo una oscuridad muy segura, como que se sentia esa inocencia rural, como que yo preocupado donde parquear el auto era absurdo. Ahi no me iban a robar, mas bien me dieron fritada. Si uno sigue hacia guayllabamba pero le da todo a la izquierda llega, se pasan las montañas que parecen esas de marruecos en esa pelicula, luego se pone mas verde con chirimoyas, aguacates, y arboles chatos. Un callejon con sombra en bajada hecho por arboles gigantes ya te certifica que has salido de la ciudad, la via esta excelente y preguntando siempre se llega. Damos con el lugar previo emocion falsa, vimos al bajar del puente del rio pisque una cancha a nuestra derecha y al ver su verde bienvenida alistamos los pupos. era Puellaro, asi que aun nos quedaban un par de canciones en la radio.
LLegamos. ahora si, y la plaza del lugar nos conquista de una, con iglesia, bancas, arboles, flores, perucheños. Nos indicaron donde era el estadio al cual fuimos de inmediato, ibamos ya largo rato queriendo saltar al terreno de juego. El estadio de la parroquia es un mirador natural impresionante. Cuando subimos las gradas y vimos el cesped y la vista, terminamos de decir, valio el viaje. Perucho 3, Quito 6. Anecdota de juego limpio, a los quiteños nos faltaban hombres para completar el equipo y la gente de perucho nos dio como refuerzo a sus dos mejores jugadores.
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