Gozo solito con ese chiste. Ese súper nuestro, de la gente de fútbol de esta ciudad. Me lo hizo ese jugador pepa de futbol profesional de segunda, esa leyenda de las canchas amateurs de Quito, El Tasi, mientras caminaba junto a un pana broder. Era uno de esos que se parecen tanto a uno, que se puede contarlos en las malas y en las pésimas. Son casi familia. Esos a los que uno puede decirles que se vayan. Que vengan. Esos los llaman ñaños. Algo parecido a un pueblo vecino.
El otro día una sandía en la carretera,
saliendo de Quito, cerca al redondel del ciclista, era deliciosa la jugosa. Era
peruana. Yo desayunaba, recién, se las trae de un lugar más allá de mi
pasaporte. Igual la disfrutaba, como a Guayaquil, como a todas las cosas dentro
de este mapa y fuera. Igual lo son. Podríamos viajar si quieres con mi cédula a Mancora o Montañita. El nacionalismo a
veces es solo otro juego, pero la identidad no.
Me acordaba entonces, de jugadores con
identidades parecidas, mientras escuchaba en la radio que el zurdo con pinta
bacana de grafitero de Cotocollao, Alex Colón, no tenía visa para viajar a
Estados Unidos para jugar un amistoso. Irónicamente,
su apellido de conquistador se quedaba en Ecuador sin ir al norte, por lios de
¨ doble identidad.¨ De pronto se volvió mas ecuatoriano y peruano que
todos los otros seleccionados, se volvió el mas representativo y promedio de toda
una región de este planeta.
Me acordé de Fidel Martinez. Un salido
del lote. Su marca, su
nombre, tan fuerte como una revolución, como señalaba el pana publicista. Un
campeón panamericano de la generación de Montero, Banguera, Rojas, Sixto
Vizuete. Un neymar criollo. Uno que inventó ese peinado. Un zurdo de esos que
fantasean con el balón a punta de alegría y atrevimiento, como él mismo dice,
como pocos, un Robert Burbano, un Fabian Paz y Miño, un Ivo
Ron, un Walter Ayoví. Uno diferente, de esos que escasean, que ven desde otro
perspectiva las cosas. Como Colón, cuando arremetía en las naves construidas
por humanos sobre nuevas tierras. Fidel Martinez
ha llegado al norte a través de la densa Tijuana pero aún no llega a la
selección. Cual de los dos es más hábil, cual hace mas fantasía, cual hace
goles de lejos en parábolas perfectas? Cual
será el próximo Juan Vargas ecuatoriano? Cual zurdo suplirá la elegancia de
Walter en unos años.
Me acordaré siempre de
otro gran paseo en mi niñez, la vez que fuimos por tierra a Chile pasando por
Perú. Cual era Ecuador, cual era Perú, Cual era Chile? Cual Sandía es más nuestra? Cual ciudad era mas gris, cual campo mas verde? Cual selva era mas nuestra? El
encuentro deportivo con los hermanos peruanos es una guerra apasionada,
violenta, es una disputa intrafamiliar. Es solo un juego también. Uno mayor, un clásico. Somos tan parecidos que en la pica vemos reflejado lo que no nos gusta de nosotros. Jugamos a
conocernos, a derrotarnos.
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