viernes, 27 de junio de 2025

Reflexionando huevadas No. 2: Don Loco

Ajala es pueblo, ama la chicha. El kike se come mierda porque no le gusta poner música en inglés. Amenaza con largarse de la cabina mientras Don Loco desesperado le pide volver. Se cabreó y sus casi dos metros son temerarios, pero se fresquea enseguida, y nos inspira al entregar un par de canciones que todos hemos escuchado pero pocos comprendido. Como el pueblo silbamos la segunda, la de los vientos de cambio, un silbidito parecido a ese del Atahualpa, un clásico quiteño. Previo a esto se mandó la de Cranberris, in your head, en tu cabeza, tantos recuerdos y ganas de llorar. No sabía que era de guerra, pero de eso se trata este programa. No es fútbol, son unos panas que te acompañan a través de sus conversaciones y te llevan de regreso a tu barrio, tu infancia. He aprendido un poco más de la guerra, como el Omoto. Pienso en el mundial de clubes, en Modric, un niño de la guerra, en los Albanos desplazados que juegan para Suiza, en Gaza, en los monjes que se incineraron, en lo afortunado que soy. De eso se trata el fútbol, como dijo Camus, entender un poco más al ser humano. Gracias Don Loco, gracias Cuico, Omoto, Juanito, Aj Haalaand. Un país nunca es motivo de guerras, es una identidad que nos acompaña, nos recuerda de donde venimos. 

lunes, 2 de junio de 2025

Reflexionando huevadas No. 1: Ivan Pacho

El Loco y el Kike, geniales precursores criollos del sportstainment, una vez más nos atrapan con un falso dilema. Al igual que los futbolistas que no se levantan rápido del suelo para quemar tiempo (no es porque no son machos como los ciclistas como dice el Pamoza), en su programa de radio llaman relleno deportivo a estas falacias.  Imposible escoger entre William Pacho e Iván Hurtado al mejor, pero la gente se enciende fácil, como el vape del Loco. La clave es el contexto. 

Pacho conquistó Europa este 2025 con el Paris Saint Germain, primer ecuatoriano que lo logra, campeón de todo lo que jugó, con apenas veintitrés años. Otro diamante de la generación de Moi, Piero, Angelo, Vite, campeones de la libertadores sub 20, que un MBA planificó y pulió con algunos millones de inversión que se han multiplicado exponencialmente. 

Ivan debutó con la selección mayor de Ecuador en 1992 con apenas dieciocho años con un gol. Es el futbolista sudamericano con más participaciones en su selección. Drascovic lo convirtió en central, era un diez con elegancia y gran pegada. Anotó de tiro libre dos veces para darle el campeonato a su club, Emelec, antes de los veinte. Capitaneó a la Tri al primer mundial en el 2002 y a segunda ronda en el 2006. 

El loco, que sabe todo esto, insinúa que todo tiempo pasado fue mejor, reacio a aceptar que ya pasaron sus años mozos y sus mozas. El Kike siempre mira hacia adelante y a donde pocos lo hacen, innovador, incluso buscando apoyo en la Inteligencia Articial. Luego al hablar de Ernesto Guerra, otra leyenda de nuestro fútbol, un chulla quiteño de cepa, piqué. Recordé al Cuete de la Linares, y porqué no, pensé arrimarme al éxito de este par, vestir con frases elegantes mi opiñon:

1. Hacer competir a los dos gigantes de ébano sería como hacer competir a Serena Williams con Rosa Parks.

 2. Pacho es un producto terminado, pulido en una fábrica con maquinaria de última tecnología, es como un Paccari

 3. Ivan es un fruto bello y silvestre que la naturaleza nos otorgó, en un país con la tierra más fertil y la mayor luminosidad para el mejor cacao, café, peloteros de a venus, etc.

4. Ivan arrastraba la falta de profesionalismo del pasado, por lo que se accidentó y estuvo fuera del fútbol cinco meses al inicio de su carrera. 

5. Pacho fue uno de los mejores graduados de su generación en el colegio de su club, recibió entrenamiento psicológico, viajó por el mundo en su preparación siendo apenas un niño. 

6. Sin Iván no habría Pacho. Sin Pacho nadie se acordaría de Iván.

martes, 29 de octubre de 2024

Pequeños comienzos




Han formado un equipo que pronto compartió risas y llantos. El azar de los nuevos tiempos les reúne dos tardes a la semana en el gramado de Zorroza. Provienen de distintas latitudes, culturas, y aspiraciones. Vestirán con orgullo el morado del centenario club de su barrio. Jugarán en la Liga Amistad de fútbol de Bilbao para nacidos en el 2017. 



Danel 


Fornido portero que dice querer quedarse bajo los tres palos porque no es tan bueno jugando. El míster sabe la verdad.  Prefiere volar a correr. Le encanta zambullirse en el césped.  Atrapa el esférico como una gaviota a un pez. Está orgulloso de su hermano bebé, que siempre le acompaña. Lo levanta con todas sus fuerzas,  mostrándolo chulito como si se tratase de un trofeo hecho de pecas, rollitos, y balbuceos. Ya es un campeón. 




Anthuan 



—¿Por qué Lloras?

—Nadie me la pasa

—Entonces ve tú y quítales la pelota a los del otro equipo


El mister entendió que se trataba de un recuperador de balones, un aguerrido defensa que no soporta estar lejos de la acción. Se involucra siempre, le importa. Fue de los últimos en sumarse al grupo, pero no tardó en integrarse. Además de su risa contagiosa, tiene una divertida habilidad para silbar cómo árbitro. Es el referí oficial cuando juegan a los penales. Anthuan cambiará las lágrimas de frustración por adrenalina, silbidos, y sudor. 







                              Nerwin 


Simón Bolívar dijo que uno es de donde se lucha y no de donde se nace. También se es de donde se juega a soñar, diría su paisano Nerwin. El defensa central y todo terreno del equipo sabe lo que es cuidar de los demás. Su familia huyó de un país rehén de criminales, pero vale la pena cada vez que Nerwin corre feliz en la cancha. Sus ojos se agrandan aún más cuando el míster le explica algo. Talento le sobra para llegar donde quiera. Está en la edad y el lugar de los sueños intactos. 



   Etxahun 


Aunque ganó la reñida elección para capitán del equipo por un voto, esa no es su mayor cualidad. Todos votaron por sí mismos, excepto su mejor amigo, que votó por él. Etxahun, como su nombre en euskera lo indica, es un chico de la casa. Su padre promueve la lengua nativa vasca y es dirigente barrial. En el campo Etxahun también refleja los valores locales y familiares. Es solidario, valiente, despierto. Dice con claridad lo que quiere. Le advirtió al míster que él sería el capitán. Astuto, amarró la votación. 



                           Arai 


Recorre la banda derecha de arriba a abajo mil veces por partido. A pesar de estar con gripe y moqueando todo el tiempo, es de los más fuertes. Nació en el 2018, pero ser menor o menudito no le impide disputar el balón con toda el alma. Por el contrario, se levanta como resorte después de cada choque. Su gran virtud es enfocarse en el presente. En una jugada única del fútbol infantil su propio compañero le dió una patada. Siguió jugando como si nada. Mientras el otro lloraba, Arai se preparaba para la siguiente colisión. 





Lander 


El lugar de entrenamiento a veces huele mal como la fábrica de alimentos cárnicos vecina. Es de los pocos campos con césped natural que sobreviven a la modernidad. Está rodeado de árboles, insectos, aves, montes, en medio de una gris zona industrial. Hay un aire silencioso e irreverente en esa verde isla de calma. Así es Lander, un jugador que habla más con los pies. Atiende callado y entiende con intención. Estará en el medio del campo, será un corazón repartiendo balones como glóbulos rojos. Hay claridad en el silencio, y Lander escucha. 


Einar


El último partido de pretemporada Einar lo vivió con Ibuprofeno, reposo, y antibióticos, lejos de sus compañeros. Amaneció aquella mañana con un ojo cerrado, viendo con el otro que su sábado de fútbol se esfumaba. Alguna araña o mosquito quiso probar esa sangre tan liviana que tiene. Cada día saluda a todos con alegría y atrevimiento, como el míster les aconsejó. Es de esos jugadores disciplinados que rinden en todas partes, en la escuela, en casa, en el barrio. Por su calidez, se ha ganado el cariño de todos.


Mateo


La precisa zurda de Mateo será ideal para llegar con centros incisivos por la margen izquierda. En uno de los primeros entrenamientos se acercó al mister a decirle que no quería ser defensa. Muchos piensan que lo más importante es hacer goles, la fama de los goleadores en tv así lo dictamina. La cultura premia lo visible, el producto final, no el trabajo detrás del éxito, el de hormiga, de los obreros. El míster intentó explicarles esto en una extraña charla para ellos. No, yo no voy a ser defensa este año, le respondió Mateo. 








Enzo


Entra como una tromba a la vida, y al campo, a cada momento. Imposible ignorarlo y no gozar con su picardía. Enzo será el delantero peligroso del equipo. En su corta carrera ya registra varias riñas, caídas aparatosas, y una inédita expulsión por propinarle una patada a un compañero. Es el más txiki de estatura, pero el que más palabrotas suelta. Busca el gol con el ímpetu de un rebelde, y ese es su tesoro escondido. Cualquier educador lo tachaba de liante, pero el míster escuchó sabias palabras de Vicente del Bosque sobre este tipo de talento. Son especímenes raros, en extinción, los que aún se atreven a romper las reglas. Hay que guiarlos, no reprimirlos. 




Osama


Un día casi al final de la pretemporada llegó un niño flaquito y tímido bajo unos rizos junto a su madre.  No miraba a los ojos a nadie. A pesar de saber cinco idiomas por haber vivido en distintos lugares en su corta edad, no hablaba. Tampoco entendía bien lo que le decían, ni el pisotón de un compañero (Enzo) a sus zapatos nuevos. El míster se confundía y le decía Obama envés de Osama. Al borde del llanto y la rabia transcurrió su primer día. El segundo día aprendió a decir pasa, pasa, y el míster, su nombre. Al tercero, Osama memorizó nombres y los agregó al ¨pasa¨. Pasa Danel, pasa Lander, pasa Einar. De repente, una tarde, se despidió de todos contento, y con una sonrisa, por primera vez. Al fin le pasaron la pelota.


lunes, 10 de junio de 2024

Te crees Maradona?

 ¿Pero quien crees que sos vos? ¿te crees Maradona?. estas geniales y cómicas palabras decía el mismísimo Diego haciendo un monumento de frase parodia a la idiosincracia futbolera, argentina, y por ende latinoamericana. La influencia de Diego y de el fútbol gaucho en nuestro continente, el planeta, es clara en ese sentido. A veces gana el mejor, pero muchas veces el que actua y se dice que es el mejor. Esa viveza criolla, esa astucia de la calle, ese ¨visaje¨, canchereo¨, o ¨boquilleo¨, se nota le falta a Sanchez Bas. Parece un guiri, un turista nordico en españa que come una mierda de paella, paga carisimo y cree que es deliciosa. Está muy desubicado Felix Sanchez Bas si cree que darle la titularidad y capitanía al argentino nacionalizado Galindez no juega en el futbol. Incluso Gustavo Alfaro, el entrenador argentino que le ganó en el mundial lo sabía. Este le había advertido a Moises Caicedo en su debut en la selección, si vas a pedirle la camiseta a Messi perdemos antes de jugar. Sanchez Bas salío timorato, a jugar a evitar la goleada, a llegar vivo al final para sorprender. Ese fútbol miedoso ya lo practicábamos hace 30 años. No solo duele, como dice el Toño Valencia, que no se respete la historia y el sentido de pertenencia, también duele estar en manos de gente que no conoce la cultura en la que se desenvuelve. 

sábado, 11 de mayo de 2024

Todos son sus días

 



Ayer caminé entre cerros junto al mar. La naturaleza, que representa a la madre, nos dio aliento, abrigo. De ella nace todo y a ella vuelve todo.  Sostiene nuestros pasos, nos brinda sus frutos, agua, aire, fuego, lecciones. Agua para llorar, lavarnos la cara, salir al mundo a jugar, luchar.  Aire para respirar, sonreír, correr, gozar. Fuego para quemar lo malo, marcar limites, abrir nuevos caminos.  

Celebré a mi madre impregnándome del intenso verdor, el canto de las aves, el silencio de los caballos, la paz de los esteros, la belleza de las flores. Un hermoso escarabajo azul brillante, un cariñoso border collie, me saludaron en el camino, seguro traían algún mensaje. Las estaciones marcan los cambios y los ciclos renuevan la esperanza. La primavera se está haciendo verano, los años siguen llegando.  

Somos una especie en constante movimiento, caminé ayer junto a personas de distintos lugares del planeta, nómadas, migrantes, hijos de familias de otros lares. Todos sostenidos por la misma tierra, con similares penas y alegrías.  La felicidad son solo momentos dice mi mamá, y hay disfrutarlos.  Primero el deber, después el placer, es otra de sus frases que era de mi abuelo, su padre. Hoy se acaba la temporada con el equipo juvenil.  No conseguimos el objetivo, estuvimos cerca, pero hemos cumplido, aprendido, disfrutado.

Al final de la caminata entré al frío mar, agradecido, recordé todos los buenos momentos y lecciones que me ha dado la vida, la naturaleza, mi madre.  

domingo, 7 de mayo de 2023

Aprendiendo a perder

 


 

Nos sorprendió a todos esa mañana, cómo cuando hacia esa bicicleta a la antigua, cómo que pedaleaba hacia atrás, pero salía por delante.  Vuelvo, pero voy, no sabes por donde estoy. La calidad es simple. Ese regate fue uno de los primeros que me deslumbraron de niño. Casi nadie hacia fintas en mi país, esos trucos eran cosa de brasileros o argentinos. Algunos años después leí que el fútbol es un juego de engaños, magia, ilusiones, cómo ganar o perder.  Pensé en mi tío Manuel. Ya no estará en la alineación de los sábados, el crack, el mayor de los siete hermanos.  Sus medias chorreadas te desafiaban a darle una patada en la canilla, avisando que esa era la única manera de pararle. Espalda erguida, hombros tirados para atrás, sacando pecho, su postura transmitía que la pelota está en buenos pies, a salvo. Era de esos jugadores que ven todo un poco antes que el resto. Quizás por eso decidió hace muchos años no manejar un automóvil, y caminar la ciudad. Driblaba al estrés y se mantenía sano. Entendía la complejidad del juego. Jugaba y vivía con nobleza. No necesitaba dar una patada o alegar para que lo respetaran. Humillaba y deleitaba con golazos, con pases maestros.  Últimamente ya no asistía tanto, los años habían pasado, ponía su rol de buen abuelo, esposo, padre, por delante. Arrastraba lesiones, los buenos siempre reciben hachazos. Su sola presencia los sábados nos subía el nivel a todos. Las veredas también disfrutaron sus movimientos elegantes. Al igual que en las canchas se movía con gracia por Quito, saludando con una sonrisa a los muchos que le reconocían su talento y don de gente. Pudo llegar muy lejos, se formó en el San Roque de mitad del siglo pasado, aprendió y paseó su fútbol en las calles empedradas y canchas arenosas de un centro histórico de antaño. Es uno de esos jugadorazos mito, los que uno escucha habrían sido mejor que cualquiera de los consagrados. Esos jugadores que por cosas del destino no llegaron, como se dice en el fútbol, pero nunca se irán tampoco.  Su perdida no hace más que alimentar la leyenda de los mejores del barrio. Nunca aprenderemos a perderlos, mientras los recordamos.

 

 

lunes, 7 de junio de 2021

No somos nada

Como un millón de hormigas trabajadoras cargamos el peso de los días. Ululamos la noches como búhos sabios. Matemáticamente todo está en equilibrio, y el mensaje aparece en el universo. Este cuento empezaba mirando de frente a Medusa, tatuada en un brazo joven. Hay miedos a vivir como búhos u hormigas, uno debe mirarlos de frente aunque nos podamos petrificar, sin peros. Encerramos los miedos en conceptos, pero otros pueden ser liberadores también. Me llegaron tres en una sopa de letras premonitora en internet:


Propósito 

Como la barra de un funámbulo equilibrista me agarré de esta idea para recordar el motivo por el cual me he alejado tanto de mi Pachamama. Decidí mirar a los ojos a gente que no conocía. Tenía que estar despierto hasta las 230am que empezaba el partido Ecuador vs Brasil.  El propósito quizás no era desvelarme para ver el partido sino al revés. Empezó la magia numérica a suceder, cuando llegué al espectáculo circense pero este se había terminado. Impulsado por mi propósito di un salto al vacío. Me puse a hablarles a las hormigas y los búhos desconocidos. Una razón para viajar, buscar, conocer el mundo a través de su gente. Como un ritual de joven nativo americano, salir a encontrar algo valioso para llevarlo de vuelta. 

Caracol fue el primer extraño que conocí. Se parecía a mi sobrino, churón con ojos azules. Mi sobrino ese día celebraba su cumpleaños 14, convertido de niño en joven. Caracol tenía músculos de artista circense, espíritu libre, viajero, ciclista urbano, de Málaga. Podría ser Suresh,  el Faquir del libro que estoy leyendo personificado.  Me recordó mi amor por las bicicletas, mis 2 sobrinos,  la aventura, el aprendizaje. El teléfono se había apagado y el libro ya lo tenía guardado. Los personajes del libro iban apareciendo, cambiaba las letras de las paginas o las imágenes en las pantallas por las personas .  


Creación 

Rebeca lleva el nombre de mi hermana y mi madre, linda sincronía. Es médica especializada en hormonas y también practica yoga. Me habló de la energía y recordé que la ciencia y la espiritualidad no son opuestas. Cuando la conocí estaba con mis nuevos amigos franceses disfrazados de ekekos andinos. Ellos habían llegado recién a la ciudad, nada mejor que verlo todo con ojos de turista y sintiéndome guía, incluso del lado oscuro de las ciudades. Todo es sagrado, como esas plantas medicinales que nos abren la conciencia. El equilibrio está en la dosis exacta comentamos, en la acción diestra,  más frases del libro sobre el Faquir que estos días me acompaña salían de personajes reales. María, que lleva el nombre de mi sobrina, estaba sentada con Rebeca en la mesa donde llegué con una IPA artesana. Buscaba el arte de comunicarnos entre extraños, de disfrutar de hablar mucho, equilibrando tantas semanas solitarias en nuestros caparazones. María habló de como somos hormigas, tan pequeñas en el universo, de lo frágil de su existencia, y repitió otra frase celebre del libro, no somos nada. Se acababa la noche, caminamos hacia el metro y encontramos a los colombianos franceses músicos. Cuando uno de ellos tocó la quena andina casi lloro de emoción.  Volví a ver el partido pero me ganó el sueño y los sueños. El fútbol es solo una excusa. Perdimos dos a cero.



Amor

Sábado, me sentía libre contándole todo sobre la noche anterior a la Maite, que significa amor en Euskera. Ella escuchaba mientras tomaba fotos en el festival llamado Pachamama. Recordé la quena que tocó el francés que había vivido en Colombia y como todo encajaba matemáticamente en una ecuación equilibrada. Ella me ha enseñado a escuchar, y crear historias geniales con imágenes simples.  

El festival era de creadoras mujeres y el domingo disfruté de la energía creadora femenina. Jessica es de Suecia, me dio un masaje estilo Australiano, muy sutil, que mis caderas y me cerebro agradecieron. Cambió mi frecuencia, salí al sol y Giuleitte estaba sentada desayunando antes de la ceremonia del cacao a la cual terminé asistiendo. Yo no sabia esto ni sabia lo que era, pero al saludarnos sentí su buena vibra y quise ir. Hablamos sobre no entrar en el drama de la culpa por el ego espiritual, pero más que hablarlo ella lo demostraba, era pura vida. No dormir bien y andar hablando como búho me habían agotado. Decidí salir a saludar al taita Sol y la Pachamama y probar el cacao. Joell de inglaterra y Sebastian de Chile llevaron la ceremonia, una carta, una intención, mucho baile, hicieron remover emociones y me entregaron grandes mensajes sumados a todos los del fin de semana.  

la Kombucha hecha por Jennifer de Inglaterra y el posterior encebollado preparado por una ecuatoriana en el parque de mi barrio, sumado a la conversación con Andrea, finalmente me equilibraron. El universo me seguía asombrando.  Andrea, Andrés, así nos llamamos, con una sonrisa. Ella estaba comiendo quinoa con su hermana. Esto sucedió después de todo, para finalmente recordar, pasar de nuevo por mi corazón el mensaje clave y lo que mi madre, Rebeca, siempre me ha dicho, hay que hacer las cosas con cariño, desde saludar a alguien hasta hacer el trabajo mas duro. 

No somos nada y somos todo a la vez, el planeta entero es nuestra Pachamama.