Odio el fútbol. Me siento como el niño quiteño del cuento de Raul Perez Torres que empeñó el cuadro de la última cena por la crisis y luego perdió el dinero por andar pateando una pelota, huyó al oriente para no enfrentar el problema. Ese relato que lo adaptó el chileno Andres Wood en la película historias de fútbol tiene lo más importante de la historia, la tristeza de la derrota, la huida del lugar de los hechos, el escape de uno mismo.
Estaba en cuenca huyendo de mi mismo esta noche presto a comer frente al rio pensando que esta ciudad es mucho más linda que la del cuento original, en la que el niño que jugaba en el sector de la avenida América, donde surgió el club América de la segunda de quito, cuando pensamientos de nostalgia me invadieron como agua invadiendo cuencas. Quizás sentarse frente a un rio nos recuerda lo pasajero que es todo, uno, nada. Mañana no estaremos aquí, no sé que pensarán en mil años los que puedan leer esto, que no es una queja a mi ciudad ni al fútbol, es sólo el instante en que he comprendido que el fútbol es una mierda a veces, muchas, como mi ciudad, como la vida pasajera, como las ratas que salen a caminar en el rio cerca del puente roto en las noches, cuando los humanos ya no están para asustarlas asqueados.
Quizás anoche viendo la nueva película de Cordero sobre las invasiones en Guayaquil entendí algo de esto, de las ciudades y las miserias, de los ratones que salimos en la noche cuando no hay tantos humanos para ver si pescamos algo para comer, para ser comidos.
Odio el fútbol estos días porque se que al igual que esas ciudades grandes atestadas de gente, es un deporte saturado de ambiciones, donde todos quieren estar para sacar la mejor tajada, donde quizás todos en algún momento somos rateros, un deporte que te enseña que los vivos fingen faltas o hacen trampa. Ganar o morir es la premisa del deporte de élite, el que mueve millones, el que acapara recursos y talento.
La banda punkera de los mongolitos folladores canta algo sobre el fútbol junto al río, me acordé de la película que cuenta las miserias del gran ciudad, de los vendedores de polvo en las calles, de los jugadores que han salido de esas miserias, que han ido a las ciudades grandes a buscar el sueño, la gloria, el dinero, la fama, la droga, o quizás donde la droga los ha encontrado a ellos soñando huir de su realidad.
sábado, 27 de agosto de 2016
jueves, 28 de abril de 2016
Wabi Sabi
Apenas me dijo su nombre se me olvidó. Lo juro fue instantáneo, como un café en agua, se disolvió como todo en algún momento. Un eterno retorno a lo parecido como lo había escuchado a Zaratustra decir en un libro para superhombres, como el tatuaje que gritaba eterno presente en su hombro en hebreo. Azul estaba mirando el cielo, parecido a sus ojos, cuando se le cayó un chal al piso mientras la miraba irse caminando. Ese tejido se fue desplomando con pereza de a poco, era una imagen de edificio construido corruptamente en temblor, uno de esos relatos apabullantes simples de Murakami sobre desgracias que podrían ser las nuestras, ya pensaba demasiado.
Así estamos, emocionados, conmocionados, confundidos, viendo desplomarse las cosas hechas a medias, pero con nuevas esperanzas. En el fútbol también lo nuevo, el club Independiente, el más joven de la copa, es nuestra carta. Un equipo con muchos jugadores de esas zonas afectadas con el terremoto, de pueblos olvidados, que salen a jugar a la ciudad por hacer justicia social en la cancha, para gritar un gol que nos ayude a olvidar.
Recuerdo las sonrisas de su juventud, en esos momentos que logró aquietar su presencia, ese eterno presente, transcurrir más lento e importante, definitivo, como cuando se mueve la tierra desafiando al reloj para remover nuestras entrañas, nuestra percepción de segundos a veces eternos, para cerrar una puerta y otra abrir. Algo bonito surge en medio del caos de la cabeza, una foto de Ana o María, una familia recibiendo gente afortunada que los ayuda, bomberos globales, voluntarios locales, una desigualdad puesta frente a frente, una inolvidable amistad pasajera.
El club Independiente donará la taquilla de su partido de copa para proyectos en la zona del temblor. Esto creo que es el Wabi Sabi, tratar de entender esta belleza que a veces no recordamos, no captamos, que no es perfecta, como un encuentro romántico callejero con alguien que jamás volverás a ser, como el cariño a tu equipo en decadencia, como el corazón cuarteado de un superhombre en la cancha, en la casa, como el eterno retorno a lo imperfecto, al camino.
Así estamos, emocionados, conmocionados, confundidos, viendo desplomarse las cosas hechas a medias, pero con nuevas esperanzas. En el fútbol también lo nuevo, el club Independiente, el más joven de la copa, es nuestra carta. Un equipo con muchos jugadores de esas zonas afectadas con el terremoto, de pueblos olvidados, que salen a jugar a la ciudad por hacer justicia social en la cancha, para gritar un gol que nos ayude a olvidar.
Recuerdo las sonrisas de su juventud, en esos momentos que logró aquietar su presencia, ese eterno presente, transcurrir más lento e importante, definitivo, como cuando se mueve la tierra desafiando al reloj para remover nuestras entrañas, nuestra percepción de segundos a veces eternos, para cerrar una puerta y otra abrir. Algo bonito surge en medio del caos de la cabeza, una foto de Ana o María, una familia recibiendo gente afortunada que los ayuda, bomberos globales, voluntarios locales, una desigualdad puesta frente a frente, una inolvidable amistad pasajera.
El club Independiente donará la taquilla de su partido de copa para proyectos en la zona del temblor. Esto creo que es el Wabi Sabi, tratar de entender esta belleza que a veces no recordamos, no captamos, que no es perfecta, como un encuentro romántico callejero con alguien que jamás volverás a ser, como el cariño a tu equipo en decadencia, como el corazón cuarteado de un superhombre en la cancha, en la casa, como el eterno retorno a lo imperfecto, al camino.
martes, 19 de enero de 2016
Deportivo Tapita
Al parecer tendremos este año un nuevo torneo nacional con estrellas y mulas de carga, con deportivos tapitas tuneados y gladiadores en decadencia. La prensa carroñera ya salivó en lo malo, lo mediocre, lo poco europeo de nuestro fútbol. Más sin embargo, como diría elegantemente el Elegante, la Tri es puntera, la Liga está acicalada, el Barcelona más pueblo que nunca, y el Club Millonario más billeteado que guayaco en Buenos aires. Esto hace querer ver nuestro campeonato, comer la comidita de casa con gusto.
Los hinchas se parecen a sus equipos, y como diría el coach del curso de mejoramiento organizacional, en cada grupo hay estrellas, mulas de cargas, pesos muertos, y niños problemas.
Los niños problema del torneo se fueron a la casa de la Berta, por administrar mal la cooperativa, la panaderia, la academia de belleza. Resultaron malos para manejar el éxito, sufrir es su destino al parecer, por eso lo de dos corazones, aunque tienen potencial.
Los pesos muertos son esos equipos que disfrutan de existir en la intrascendencia, esos que no tienen potencial y más que nada están ahi ocupando un espacio hasta que el tiempo los haga jubilarse o encuentren un lugar diferente más adecuado para ellos, la casa de la Berta, la segunda división, otra ciudad, otra dirigencia. Este año el soldado vuelve a enrolarse en busca de glorias pasadas, en una realidad de lo público y el nacionalismo diferente, su desafío es convivir con su gloria y estructuración de jerarquías marciales sententera y ochentera en el nuevo mundo digital.
Las mulas de carga trabajan dia y noche, llegan a varias finales sin ganarlas, dia y noche, hasta ser tricampeones, remodelar su estadio, vestirse de alemanes, entrenar como argentinos, volverse millonarios de buen toque. Este año como no querer ver ese ballet moderno, base y molde de la selección puntera en las eliminatorias suramericanas.
Añoro con anticipación las veces que escucharé por radio un partido mediocre desde Machala o Manta mirando perdiendo tiempo un sábado, o cuando vea las declaraciones del doctor Chango en internet, o escuche las burlas del loco Baldeón al Nacho.
¿Y las estrellas? Las estrellas son cuatro, o quince, o una, depende quien las mire, pero en esta mi tierra linda el cielo es estrellado en casi todas partes, en el astillero o en Pomasqui. El guatón parrillero sabe de fútbol, carne, verso y poesía, de vino y rabonas, jugó en argentina y en el Milán: Los hinchas querrán probar su sazón.
El ídolo del pueblo tiene a un hombre de pueblo por primera vez como presidente, un ex futbolista, uno de los que cambió el fútbol ecuatoriano en la cancha, lejos de los problemas millonarios de oficina. Las manos del Ecuador ahora es el futuro del fútbol, ese donde el paso adelante de calidad dirigencial y periodístico aún es deuda.
martes, 24 de noviembre de 2015
Ganesha
Writing about sport, physical activity, and health, I can keep a promise to a friend. He asked me, all the way from England, the birth place of modern football, to write about gender. At the same time, my football blog needs to register this amazing sweet and bitter moment in our national team history, a moment that can also give a clear picture of how unfair some aspects of life, specially football, can be for girls, as a gender issue.
Our women's national football team qualified for the first time in history to the World Cup this year, but the participation was heavily criticized by the media due to the three losses in three games. However, for those who are close to football, the participation itself was a great deed, considering Ecuador does not have a proper women´s league, and our culture does not support female sport participation. The latests surveys and research guided by the ministry of sports in Ecuador show women are less active in our country than men, and according to my personal observation in hundreds of public schools in our country, girls are less active than boys during recess, sport teams, clubs, and daily life. The ancient gender role of a quite and still feminine girl is yet to be challenged in our society, but it seems today the problem is also related to market rules.
Our national team recently surprised the world finishing this year at the top of the Russia 2018 South American Qualifiers, with a perfect 12 points mark in four games, two of them victories against powerhouses like Uruguay and Argentina, beating the argentineans in Buenos Aires for the first time in history for an Ecuador squad, playing very sexy football. On the other hand, at the local professional football league you have several teams on the verge of going under due to huge debts with former players, other teams, and even sponsors. Only a handful of the 24 professional teams are safe and do not report any financial problems. It is difficult to understand how this sport can manage so badly the millionaire sponsorship support, including government money to the top teams. The success of the national team proves we have the raw materials once again, but still can´t produce top quality goods and services. Antonio Valencia, on his tenth year at the English Premier League playing for Manchester United could vouch it too, but he is so far from the school girls who aren't allowed to play sports at school.
The other day, during a yoga class, where usually women are the majority, the female instructor told us the anecdote about Ganesha, an elephant headed deity of the hindu tradition. Ganesha, who is slow and heavy, as a child had to compete with his brother Skanda, a fast pace boy who rode an even faster ostrich, in a challenge their parents set for them to obtain the fruit of wisdom. The parents told them the first one to circumambulate the universe three times would win the challenge. As Skanda left rushing at full speed Ganesha remained still, thinking he could never outrun his fast brother, and meditating on the challenge. After some time meditating, he stood up and walk around his parents three times, stating his family was the universe for him, and won.
Girls should be able to play and be active as much as boys. Women should have the same resources in sport as men. Female should have equal opportunities to lead active lifestyles as men. Girls loose space to boys during recess due to cultural gender roles, and women loose resources to men because their sport is not profitable. Nonetheless, our men league is almost broke and our best players hope to leave the country league as soon as they can. We can go around the world three times looking for justice or answers to this gender issue, but I am sure we could find answers going around the block a couple of times. It does not take the wisdom of an elephant to realize there we have a gender issue to approach.
jueves, 6 de agosto de 2015
El pequeño Buddha
Se la debía hace rato, pensando en títulos como ¨lo mejor que le ha pasado al fútbol ecuatoriano,¨ El Loco de la gente¨, o ¨el reality del fútbol.¨ Pero como las cosas son extrañas ahora escribo por una queja. Escribo contagiado quizás por el ambiente en el país futbolero, comercial, político, donde ahora la sal es la queja. Escribo pensando en la sal que le pone el loco en este momento de quejas desde su programa de radio cantando, ríendo, donde el fútbol es solamente una excusa para escucharnos, conocernos, como lo es en la vida real.
Un día cualquiera uno cambia el dial y se topa con un verdadero emprendedor social, un visionario de la comunicación, que llevó descaradamente lo cotidiano al aire de las radios deportivas de esta ciudad, que necesitaban airearse. Es un reality de su vida, todos estamos pendientes de la carrera de su hijo Emiliano en el fútbol juvenil de Afna, o de los juicios con la dinastía Machado. Pero la plebe goza, como él la llama bien, ¨La chusma¨, ¨el proletariado¨, etc, y ya se hartó del mismo análisis del partido y las mismas preguntas y respuestas de los jugadores y periodistas que siguen e imitan los discursos de las cadenas internacionales.
Provocar es educar, y este loco como muchos otros nos enseñan a reír, provocando, hablando huevadas, pero también demostrando que sabe de fútbol lo que se aprende en la calle o en la cancha, lo esencial. Por eso su lado nacionalofilo cala en el populacho y sus argumentos gustan frente a los sabios que nunca han pisado un cesped, porque defiende nuestra identidad y cuestiona al añiñado de ¨Taufic¨ que no come hornado, no como uno que es bien criollo, como la masa, como la plebe. Y la plebe goza, se ríe como se ríe Taufic, porque ya hasta los aniñados hablan del Loco. Y es que este reality es el de nuestras vidas, de nuestro amigo loco que quiso ser futbolista profesional pero no pudo, que dice cosas deschavetadas, estrafalarias, plazuelas, que celebramos porque cambia una realidad aburrida y repetitiva,que habla de lo que en verdad nos mueve, las mujeres, la noche, el éxito, el trago, la educación de nuestros hijos, la maldita fama. Este loco que ha hecho que lo demanden y de eso un chiste, es un poco genio.
Hasta que un día le sale su locura oscura ,entre risas y risas repasa las imágenes de anoche de un River campeón y se acuerda del pasado, ese de gloria del bi-tri, de un equipo de Blanco que si fue campeón de América, que le hierve la sangre, siente envidia insana, demente, pero se refugia en ese pasado, en las risas, que siempre fue mejor. En ese entonces en River jugaba Salas o Francescolli si, pero no se acuerda que aquí también se quedaban los mejores, que no salían tanto como ahora. Emigran todos los artistas al escenario principal, al mejor pagado, al más difundido, pero eso no quita que emerjan nuevos talentos, con el mismo nivel, sin la trayectoria aun, sin el nombre, sin la marca, para acá ya nos lavaron el cerebro y solo queremos marcas. Marcas millonarias que en la final de clubes con todo eso a cuestas no siempre ganan y se les da pelea. Es muy fácil pensar que el fútbol ecuatoriano o latinoamericano era mejor antes de la fuga de talentos a Europa, muy autoreferente de la gente que vivió esa época, injusto con los que ven hoy las cosas desde su presente joven y su futuro intacto. Si se van de acá los mejores a Europa es porque de aquí salen los mejores, esos que tenemos que seguir valorando en los estadios pequeños, sin la última tecnología, pero igual bellos.
El loco solo se acuerda que antes era más dificil y no se acuerda que Liga la ganó hace ya un rato a la Libertadores. Desmerece a Liga, nos hace reír, dice que Cristiano Ronaldo jugó displicente pero no se acuerda de las puteadas con William Araujo, cuando se encararon el jugador más guapo y el más feo del planeta, el que manejaba un San Remo y el que regala Bentleys. Pero eso es el fútbol, borra diferencias, Latinoamérica siempre fue el retador y Europa el campeón reinante en los ojos de ellos, quizás el leido y viajado de Esteban Avila le puede contar de la teoría de la Hegemonía de Gramsci, aunque este Loco seguro se la sabe, algun marxista se la contó en la Habana o Miami. Esa visión del mundo te la meten por el fútbol a las masas, por eso dicen ¨un estadio a nivel europeo¨, sin olvidarse que si quieren tecnología de punta está Asia, y si quieren diseño está América. Pero allá está el billete, y todos somos un poco herederos de la doctrina de Vito Muñoz que desde hace décadas habla del dinero millonario en el fútbol, pero ya vieron lo que ha hecho a los niños ecuatorianos ese Don dinero, el verdadero jefe de Blatter, el que titiritea a ¨las mafiaaas¨, como vociferaría el loco para ponerle sal a nuestra mañana aburrida, dándole el primer lugar en rating a su radio.
Espero no les pase como dice Bielsa pasa con el éxito, cuando las vanidades individuales sobrepasan el objetivo común, en su caso aportar al fútbol ecuatoriano o al menos no lucrar de querer destruirlo. No nos olvidemos lo que le pasó a Perú luego de su generación de oro. No les llamé en su mejor momento sino hoy que me cabreó el menosprecio por el partido más importante para nuestro fútbol de clubes en la historia, el Liga vs Manchester, y la lámida a todo lo que es Europeo, como ese pinoccho Van der Sar que conoció a un Piojo Salvaje no Manso, que le pagaban menos, muchos menos que a todos esos bulldogs ingleses, pero que los mordió y casi se les mete en la casa. Pero igual llamaba por felicitarlos, porque soy de este pueblito humilde y roñoso, pero honesto que les cambio por los sabios del fútbol de las otras radios.
En fin, tantas cosas que hablar, pero han sabido colgar sin avisar también cuando se pican, pero me quedo tranquilo, me río un poco, porque bien sabe el loco que el que si pica pierde. Mejor ni le hago acuerdo como ganó tanto el nacho con ¨ayudas extras¨ en ese pasado que tanto añoran, mejor no le menciono las ventajas que tenían en los ochenta, mejor le digo que siga adelante y que si lo meten preso Quito lo saca, o le manda cualquier chaulafancito en tarrina.
Un día cualquiera uno cambia el dial y se topa con un verdadero emprendedor social, un visionario de la comunicación, que llevó descaradamente lo cotidiano al aire de las radios deportivas de esta ciudad, que necesitaban airearse. Es un reality de su vida, todos estamos pendientes de la carrera de su hijo Emiliano en el fútbol juvenil de Afna, o de los juicios con la dinastía Machado. Pero la plebe goza, como él la llama bien, ¨La chusma¨, ¨el proletariado¨, etc, y ya se hartó del mismo análisis del partido y las mismas preguntas y respuestas de los jugadores y periodistas que siguen e imitan los discursos de las cadenas internacionales.
Provocar es educar, y este loco como muchos otros nos enseñan a reír, provocando, hablando huevadas, pero también demostrando que sabe de fútbol lo que se aprende en la calle o en la cancha, lo esencial. Por eso su lado nacionalofilo cala en el populacho y sus argumentos gustan frente a los sabios que nunca han pisado un cesped, porque defiende nuestra identidad y cuestiona al añiñado de ¨Taufic¨ que no come hornado, no como uno que es bien criollo, como la masa, como la plebe. Y la plebe goza, se ríe como se ríe Taufic, porque ya hasta los aniñados hablan del Loco. Y es que este reality es el de nuestras vidas, de nuestro amigo loco que quiso ser futbolista profesional pero no pudo, que dice cosas deschavetadas, estrafalarias, plazuelas, que celebramos porque cambia una realidad aburrida y repetitiva,que habla de lo que en verdad nos mueve, las mujeres, la noche, el éxito, el trago, la educación de nuestros hijos, la maldita fama. Este loco que ha hecho que lo demanden y de eso un chiste, es un poco genio.
Hasta que un día le sale su locura oscura ,entre risas y risas repasa las imágenes de anoche de un River campeón y se acuerda del pasado, ese de gloria del bi-tri, de un equipo de Blanco que si fue campeón de América, que le hierve la sangre, siente envidia insana, demente, pero se refugia en ese pasado, en las risas, que siempre fue mejor. En ese entonces en River jugaba Salas o Francescolli si, pero no se acuerda que aquí también se quedaban los mejores, que no salían tanto como ahora. Emigran todos los artistas al escenario principal, al mejor pagado, al más difundido, pero eso no quita que emerjan nuevos talentos, con el mismo nivel, sin la trayectoria aun, sin el nombre, sin la marca, para acá ya nos lavaron el cerebro y solo queremos marcas. Marcas millonarias que en la final de clubes con todo eso a cuestas no siempre ganan y se les da pelea. Es muy fácil pensar que el fútbol ecuatoriano o latinoamericano era mejor antes de la fuga de talentos a Europa, muy autoreferente de la gente que vivió esa época, injusto con los que ven hoy las cosas desde su presente joven y su futuro intacto. Si se van de acá los mejores a Europa es porque de aquí salen los mejores, esos que tenemos que seguir valorando en los estadios pequeños, sin la última tecnología, pero igual bellos.
El loco solo se acuerda que antes era más dificil y no se acuerda que Liga la ganó hace ya un rato a la Libertadores. Desmerece a Liga, nos hace reír, dice que Cristiano Ronaldo jugó displicente pero no se acuerda de las puteadas con William Araujo, cuando se encararon el jugador más guapo y el más feo del planeta, el que manejaba un San Remo y el que regala Bentleys. Pero eso es el fútbol, borra diferencias, Latinoamérica siempre fue el retador y Europa el campeón reinante en los ojos de ellos, quizás el leido y viajado de Esteban Avila le puede contar de la teoría de la Hegemonía de Gramsci, aunque este Loco seguro se la sabe, algun marxista se la contó en la Habana o Miami. Esa visión del mundo te la meten por el fútbol a las masas, por eso dicen ¨un estadio a nivel europeo¨, sin olvidarse que si quieren tecnología de punta está Asia, y si quieren diseño está América. Pero allá está el billete, y todos somos un poco herederos de la doctrina de Vito Muñoz que desde hace décadas habla del dinero millonario en el fútbol, pero ya vieron lo que ha hecho a los niños ecuatorianos ese Don dinero, el verdadero jefe de Blatter, el que titiritea a ¨las mafiaaas¨, como vociferaría el loco para ponerle sal a nuestra mañana aburrida, dándole el primer lugar en rating a su radio.
Espero no les pase como dice Bielsa pasa con el éxito, cuando las vanidades individuales sobrepasan el objetivo común, en su caso aportar al fútbol ecuatoriano o al menos no lucrar de querer destruirlo. No nos olvidemos lo que le pasó a Perú luego de su generación de oro. No les llamé en su mejor momento sino hoy que me cabreó el menosprecio por el partido más importante para nuestro fútbol de clubes en la historia, el Liga vs Manchester, y la lámida a todo lo que es Europeo, como ese pinoccho Van der Sar que conoció a un Piojo Salvaje no Manso, que le pagaban menos, muchos menos que a todos esos bulldogs ingleses, pero que los mordió y casi se les mete en la casa. Pero igual llamaba por felicitarlos, porque soy de este pueblito humilde y roñoso, pero honesto que les cambio por los sabios del fútbol de las otras radios.
En fin, tantas cosas que hablar, pero han sabido colgar sin avisar también cuando se pican, pero me quedo tranquilo, me río un poco, porque bien sabe el loco que el que si pica pierde. Mejor ni le hago acuerdo como ganó tanto el nacho con ¨ayudas extras¨ en ese pasado que tanto añoran, mejor no le menciono las ventajas que tenían en los ochenta, mejor le digo que siga adelante y que si lo meten preso Quito lo saca, o le manda cualquier chaulafancito en tarrina.
miércoles, 10 de junio de 2015
Ropa sucia
A nadie le gusta que le digan que hacer. ¿ Es parte de la rebeldía del mundo ? ¿ Porque nos dicen siempre como, cuando, donde, porque? Ese césped suele estar siempre más verde al otro lado porque hoy lo espiamos hasta con drones. Es esa hiperinformación sobre donde pasearon los nuevos ricos lo que parece volver loca a la gente de bien. Es esa pantalla reveladora de realidades diferentes cercanas. Aparte del dilema absurdo, los ricos trabajan, los pobres son vagos, lo que se ve en las pantallas es pura envidia. Ve como trabaja un conserje de escuela, un cargador del mercado, un agricultor, un chofer de bus. Lo que te duele es el pedazo de torta que ya no te toca.
Ese don, nadie, puede ser un día el presidente de la república. Habrá llegado a tener el poder y el dinero pero el odio y antipatía del resto. Así somos aquí, lo dijeron en la radio del loco. Lo mejor que ha pasado es personajes que representan al pueblo loco. Pero el presidente habrá llegado a personificar ese descontento de unos por solo trabajar y trabajar por acumular. Habrá llegado a personificar ese clamor popular por justicia social. Mientras, otros pasean. Entonces porque no paseamos por las islas Galápagos que están en tanto o mayor riesgo que las herencias. Porque no nos enardecemos tanto con este tema. Porque no salir a caminar al parque y ver aves de todos los colores compartiendo espacio y recursos en esta tierra bendecida maldita. Porque no pensar en la desigualdad que sume al vago en injusticias como tener que viajar 4 horas diarias en un transporte de mal servicio para que después de haber descansado poco y trabajado 10 horas para alguien le pague lo mínimo posible. Y eso. Otros viajan media hora subidos en sus herencias importadas por una autopista hecha para ellos con plata de todos, incluso el infeliz que ahora es una sardina del sistema cuatro horas de su vida al día. La selección femenina sabe de viajes largos en bus y esta compuesta por personas nobles que comparten el fútbol con otras actividades. Llevan como emblema sus acciones del día a día para ganar un espacio para la mujer en un mundo donde la torta ni se les ofrece, donde son pobres de oportunidades iguales. Piensa que la selección femenina son los pobres vagos que no tienen las oportunidades iguales que los varones. Son parte de esa federación, representan al fútbol de esa nación. ¿No sería justo que los que también representan pero tienen muchos recursos para hacerlo compartan?
La copa de la región más desigual del planeta se jugará en Chile entrando al frío invernal porque asi lo impone el mercado del fútbol mundial. Se juega en un país con la formula de mercado de los Chicago Boys, donde al igual que en Rio de Janeiro, o en Quito, en un viaje de 30 minutos ( 2 horas para el vago ) pasas de un estilo de vida de la elite de Suiza a algo parecido a un slum Camerunes. Son esas las diferencias que molestan, que confrontan, de lado y lado, con robos armados o a través de reglas de mercado. Que alguien quiera repartir más la torta no molesta, sino que se lleve el pedazo mayor, que me toque menos. Esa ropa sucia no la mostramos.
Ese don, nadie, puede ser un día el presidente de la república. Habrá llegado a tener el poder y el dinero pero el odio y antipatía del resto. Así somos aquí, lo dijeron en la radio del loco. Lo mejor que ha pasado es personajes que representan al pueblo loco. Pero el presidente habrá llegado a personificar ese descontento de unos por solo trabajar y trabajar por acumular. Habrá llegado a personificar ese clamor popular por justicia social. Mientras, otros pasean. Entonces porque no paseamos por las islas Galápagos que están en tanto o mayor riesgo que las herencias. Porque no nos enardecemos tanto con este tema. Porque no salir a caminar al parque y ver aves de todos los colores compartiendo espacio y recursos en esta tierra bendecida maldita. Porque no pensar en la desigualdad que sume al vago en injusticias como tener que viajar 4 horas diarias en un transporte de mal servicio para que después de haber descansado poco y trabajado 10 horas para alguien le pague lo mínimo posible. Y eso. Otros viajan media hora subidos en sus herencias importadas por una autopista hecha para ellos con plata de todos, incluso el infeliz que ahora es una sardina del sistema cuatro horas de su vida al día. La selección femenina sabe de viajes largos en bus y esta compuesta por personas nobles que comparten el fútbol con otras actividades. Llevan como emblema sus acciones del día a día para ganar un espacio para la mujer en un mundo donde la torta ni se les ofrece, donde son pobres de oportunidades iguales. Piensa que la selección femenina son los pobres vagos que no tienen las oportunidades iguales que los varones. Son parte de esa federación, representan al fútbol de esa nación. ¿No sería justo que los que también representan pero tienen muchos recursos para hacerlo compartan?
La copa de la región más desigual del planeta se jugará en Chile entrando al frío invernal porque asi lo impone el mercado del fútbol mundial. Se juega en un país con la formula de mercado de los Chicago Boys, donde al igual que en Rio de Janeiro, o en Quito, en un viaje de 30 minutos ( 2 horas para el vago ) pasas de un estilo de vida de la elite de Suiza a algo parecido a un slum Camerunes. Son esas las diferencias que molestan, que confrontan, de lado y lado, con robos armados o a través de reglas de mercado. Que alguien quiera repartir más la torta no molesta, sino que se lleve el pedazo mayor, que me toque menos. Esa ropa sucia no la mostramos.
lunes, 13 de abril de 2015
Era futbolero
Era casi una obligación de quienes leímos ¨fútbol a sol y sombra¨ ir hoy al estadio. Galeano, Eduardo, su autor, volvió muchas veces hoy después de su fallecimiento a vivir, en nuestras bocas, en sus palabras futboleras eternas.
Era un lunes de esos raros hoy, donde el fin de semana aún no te deja libre, se mete en el estómago y en la cabeza, en esa sensación de exceso, de falta de descanso. Visitando cualquier red social durante el día te enterabas. Había muerto porque sus frases se dispararon una y mil veces por la gran telaraña que los humanos hemos construido para atraparlo todo. Casi. Todo atrapamos menos esas vivencias que Galeano cuenta sobre fútbol y la vida que a uno le hacen querer ir al fútbol y a la vida de vuelta, a la ¨recuperación semanal de la infancia¨ como escribe Javier Marías, otro intelectual que se metió a explicar este juego de bestias. Eso es difícil vivirlo a través de una pantalla.
Era un partido diferido del fin de semana entre el Barcelona y el Quito, uno de los clásicos más pintados en los futbolines de pueblo, después de Barcelona vs Emelec, y Barcelona vs Liga claro está. Como en muchas ocasiones, era el Quito David y Barcelona el Golliat. Los quiteños han vuelto a la vida este año con un equipo remendado como pantalón de pobre. El Barcelona no se cansa de gastar los dólares de la fortuna Noboa en juicios y estrellas. Pero en la cancha, como decía ese uruguayo de izquierda que acercó el fútbol a la literatura, esas diferencias desaparecen.
Era de esperarse un partido a la uruguaya, mucha carne y huevos. Los dos entrenadores más algunos jugadores claves en cada equipo vienen de ese país pequeño que abastece al mundo de parrilladas y jugadores aguerridos si quiere. Ese fútbol nos gusta a los ecuatorianos porque sabemos que garra es lo mismo que ñeque, lo que nos enseñan desde pequeños nunca debe faltar. El Quito ganó con una alta dosis de testosterona pero mereció también la gloria en esos chispazos poéticos del Mago Salas, un jugador de esos que Galeano culpa al mercado por su extinción, donde al igual que en otros ámbitos de la vida, la uniformidad, la eficiencia, la eficacia, y la reventa, van matando a los diferentes, a los artistas, a los salidos del molde.
Era de suponer que improbablemente a las 6.30pm estaría almorzando un seco de pollo exquisito en el Estadio Atahualpa en un día tan extraño como hoy, cuando volvía del trabajo con hambre y cansancio adulto, y mi viejo, como si yo tuviera otra vez siete años, veía esa pereza de lunes en mi cara y decía feliz, vamos al fútbol! Vamos.
Era lógico también que me acuerde de la anécdota que cuenta Galeano sobre el minuto de silencio en el estadio Atahualpa, cuando se pidió el respectivo tiempo de respeto para la madre del señor árbitro que había fallecido, y en eso salió desde las tribunas un grito cargado de esa sal quiteña que le decía
¨ Pita bien huérfano Hijo de Puta.¨
Era Galeano un escritor futbolero que quiso ser jugador de niño y una Latinoamérica más justa de jovén, como casi todos los niños que algún día fuimos de la mano de nuestros viejos a ver todo lo que hay en un estadio.
Era un lunes de esos raros hoy, donde el fin de semana aún no te deja libre, se mete en el estómago y en la cabeza, en esa sensación de exceso, de falta de descanso. Visitando cualquier red social durante el día te enterabas. Había muerto porque sus frases se dispararon una y mil veces por la gran telaraña que los humanos hemos construido para atraparlo todo. Casi. Todo atrapamos menos esas vivencias que Galeano cuenta sobre fútbol y la vida que a uno le hacen querer ir al fútbol y a la vida de vuelta, a la ¨recuperación semanal de la infancia¨ como escribe Javier Marías, otro intelectual que se metió a explicar este juego de bestias. Eso es difícil vivirlo a través de una pantalla.
Era un partido diferido del fin de semana entre el Barcelona y el Quito, uno de los clásicos más pintados en los futbolines de pueblo, después de Barcelona vs Emelec, y Barcelona vs Liga claro está. Como en muchas ocasiones, era el Quito David y Barcelona el Golliat. Los quiteños han vuelto a la vida este año con un equipo remendado como pantalón de pobre. El Barcelona no se cansa de gastar los dólares de la fortuna Noboa en juicios y estrellas. Pero en la cancha, como decía ese uruguayo de izquierda que acercó el fútbol a la literatura, esas diferencias desaparecen.
Era de esperarse un partido a la uruguaya, mucha carne y huevos. Los dos entrenadores más algunos jugadores claves en cada equipo vienen de ese país pequeño que abastece al mundo de parrilladas y jugadores aguerridos si quiere. Ese fútbol nos gusta a los ecuatorianos porque sabemos que garra es lo mismo que ñeque, lo que nos enseñan desde pequeños nunca debe faltar. El Quito ganó con una alta dosis de testosterona pero mereció también la gloria en esos chispazos poéticos del Mago Salas, un jugador de esos que Galeano culpa al mercado por su extinción, donde al igual que en otros ámbitos de la vida, la uniformidad, la eficiencia, la eficacia, y la reventa, van matando a los diferentes, a los artistas, a los salidos del molde.
Era de suponer que improbablemente a las 6.30pm estaría almorzando un seco de pollo exquisito en el Estadio Atahualpa en un día tan extraño como hoy, cuando volvía del trabajo con hambre y cansancio adulto, y mi viejo, como si yo tuviera otra vez siete años, veía esa pereza de lunes en mi cara y decía feliz, vamos al fútbol! Vamos.
Era lógico también que me acuerde de la anécdota que cuenta Galeano sobre el minuto de silencio en el estadio Atahualpa, cuando se pidió el respectivo tiempo de respeto para la madre del señor árbitro que había fallecido, y en eso salió desde las tribunas un grito cargado de esa sal quiteña que le decía
¨ Pita bien huérfano Hijo de Puta.¨
Era Galeano un escritor futbolero que quiso ser jugador de niño y una Latinoamérica más justa de jovén, como casi todos los niños que algún día fuimos de la mano de nuestros viejos a ver todo lo que hay en un estadio.
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