Estimado Dios redondo,
¿ Y quien te ha dicho que los dioses no pueden cooperar con
nosotros incluso en lo que depende de nosotros?, preguntó Marco Aurelio.
Lo sé por Juan Villoro, escritor mexicano del librazo de
futbol, sin tilde en la u, llamado Dios es redondo. Ahí cuenta con maestría sobre esa Colombia
que bailó a Argentina en el cinco a cero previo al mundial del 94 en su propia casa. Ese equipo elegante que trascendió mas allá
de resultados o logros paseando el toque de Valderrama desde finales de los ochenta
hasta mediados de los noventas. Pregunta Villoro con igual elegancia: ¨ ¿Hay
hazaña más propia de América Latina que la de estos bucaneros que practicaron
la dignidad rebelde del alarde sin premio? .¨
Esa Colombia fue elegancia sin joyas, quizás exponente máximos del fútbol estético sin logros de esta región
heredera del jogo bonito de Brasil, como lo fue el Perú de los setentas, Barcelona 90 y
98, América de Cali en los ochentas, el Cobreloa de Letelier, o el Ecuador que
tantas veces vi jugar bien y perder cuando niño. Así, si el sicoanálisis de Lacan es
correcto y el lenguaje nos determina, cambiar el ¨Jugamos como nunca y perdimos
como siempre¨ por el no menos acomplejado ¨si se puede¨ en verdad fue un gran logro. Y si también es cierto que la
imagen del espejo que ve el bebe lo llena de júbilo así como cuando nos llena
de júbilo reflejarnos e imitar a nuestros grandes héroes como Antonio Valencia, vamos bien. Ellos
nos dan una referencia de cómo quisiéramos ser y al parecer así serán nuestros
futuros jugadores, como Valencia, fuertes, inteligentes, técnicos, y lo mejor,
buenas personas. Al menos eso siento al
ver jugar a la mini tri, la sub 20 de Ecuador, que está buscando ir al mundial de
Turquía con un juego que parece de otro país, de uno diferente, mejor. Al menos en el fútbol.
Ecuador clasificó al hexagonal final del cual cuatro clasifican. El mundo parece estar
cambiando ya que Brasil y Argentina, el local, quedaron fuera. Perú se acordó de su gran toque de los años setenta y al perecer
tiene el nuevo Messi, Colombia el nuevo Valderrama ( pero zurdo ), y Chile
juega a una velocidad más parecida a la Alemania del 2010 que a cualquier Chile
que se ha visto. Lo de Ecuador tiene como
locos a los analistas porque a diferencia de nuestro poderoso equipo del
mundial del 2006, este grupo es una especie de Barca con enanos técnicos que buscan
mantenerla en el piso y al pie.
Es cierto, ayer jugamos como nunca y perdimos como siempre,
pero la suerte también nos falló un poco cuando el vertical sacó un gol y se lesionó nuestro arquero.
En fin, la suerte es que estos jóvenes no lo saben, eso del perdimos como siempre, ellos solo conocen que si se
puede, que ya ganamos la libertadores, fuimos a varios mundiales y que Valencia es ídolo en el
Manchester y el mundo.
Dios, se que tienes otros pedidos más importantes, pero el mundo merece verlos jugar, que te cuesta.
att,
Yo